Puede ser que muchas y muchos de vosotros no sepáis la historia de los anillos de compromiso. Pues hoy es el día de conocerla. De manera, rápida, eso sí.
A lo largo de la historia siempre ha existido un objeto a modo de compromiso. Los primeros que usaron esta costumbre fueron los egipcios que a modo de confianza se entregaba a las mujeres anillos. Luego, se usó en Roma, pero eran los padres de las novias quienes recibían los anillos por parte del novio. De ahí la pedida de mano. Los judíos usaban los anillos como parte importante en las ceremonias nupciales.
Según las costumbres occidentales, se lleva para indicar su compromiso de casarse.
Así fue como comenzó todo poco a poco. Pero creo que no se popularizo hasta 1947 que France Gerety digo: “A diamond is forever” y así se consiguió que el 78% de los anillos de compromiso sean diamantes. ¿Casualidad? Como agente publicitario dio en el clavo durante años con este eslogan.
¿Dónde se lleva el anillo?
El anillo se lleva en el dedo anular (que según la tradición contiene la vena amoris). La mano en la que tradicionalmente se lleva depende de cada zona. Pero desde hace cientos de años, se dice que la vena amoris pasa por el dedo anular izquierdo que conecta directamente al corazón.
En estos momentos, sois muchos los que estáis por la web, tiendas físicas, entre los amigos y familiares buscando vuestro anillo de compromiso. Es algo que se llevará muchos años, la calidad y vuestro gusto es la parte fundamental en esta elección. Dejaros aconsejar por profesionales (consejo y palabra de wedding planner). Este objeto os acompañara día y noche, en la playa, en el gimnasio, todo el día y todos los días… por eso es muy importante que os guste y que sintáis que no lo lleváis encima.
Los anillos de compromiso son parte fundamental en la boda. Es el comienzo de todo.
ENVIDIEN MI BODA 
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